Mariana Arruti (ver entrevista) es la directora de este documental muy personal y que comparte con el público, sin especulaciones, la experiencia de un doble duelo: la pérdida de su padre, Juan Arruti, cuando ella tenía cuatro años y la necesidad de ganarle la batalla al olvido, cuando el recuerdo mínimo o reconstruido por ella comenzaba a desaparecer.El padre: El doble duelo 3
Esa necesidad se traslada a la pantalla en forma de viaje, comienza a indagar sobre el pasado y a romper el manto de silencio detrás de esa muerte, con versiones contrapuestas que dispararon un sinfín de “por qués” en ella y que persiguen la búsqueda de una verdad lo suficientemente sólida para que el duelo de la pérdida transite por esa etapa entre el umbral del dolor y el recuerdo.
Sin brújula pero con un horizonte marcado, la investigación de Mariana no apunta necesariamente a la información como podría pensarse en términos documentales, sino a encontrar respuestas una vez superado el escollo del silencio. Las preguntas que se hace Mariana a sí misma también son las que aparecen en sus entrevistas con personas ligadas a ella como su madre, primos y compañeros de militancia de Juan Arruti.
Su pasado entonces se reescribe en esta biografía, no como la mera El padre: El doble duelo 4acumulación cronológica de hechos, sino como los hitos de los recuerdos de terceros. Se vuelven anécdotas que no encuentran una foto o una imagen para estamparse, pero si la emoción de recuperarlas en el relato y en la vivencia de cada uno de los entrevistados. Las lágrimas de ellos al recordar a Juan Arruti sirven para exorcizar los fantasmas y para hacer de la ausencia algo más que una palabra.
La singularidad de El padre (2016) es la conexión directa entre la historia personal de Mariana con la de la Argentina contemporánea y más triste. La idea de hacer de la memoria una herramienta de lucha llega en cada imagen y ya no como la necesidad individual, sino colectiva para que ese pasado se erradique y tenga finalmente la posibilidad de elaborarse como se debe.
Fuente: CineFreaks